Cuando el bebé nace, tiene aproximadamente 100.000 neuronas, pero muy pocas conexiones neuronales (se estima 253 millones). El cerebro nace con una infinita capacidad para asimilar experiencias, especialmente aquellas que sucedan en los primeros años de vida. A partir de los seis años, estas posibilidades son infinitamente menores y casi nulas a partir de los diez años. Desde ese momento, el niño aprende nuevas habilidades pero utilizando las conexiones neuronales ya establecidas.
¿Pero, qué son las conexiones neuronales?
El cerebro esta compuesto de células nerviosas llamadas NEURONAS. Son como cables, capaces de conectarse entre sí. Cada neurona, sintoniza con otras 10.000 neuronas, en un proceso que potencia con aprendizaje.
Así, toda la información tomada por los sentidos, se trasmite a través de los nervios y es recogida en el cerebro por una parte de las neuronas (dendritas). Estas pasan el mensaje al cuerpo de la célula y este decide qué hacer con la información: archivar, compartir o reaccionar. La respuesta la trasmitirá la parte que se llama axón.
Los mensajes que se envían son impulsos eléctricos llamadas neurotrasmisores, que trasmiten la información de una neurona a otra atravesando el espacio que separa las neuronas. A esta conexión neuronal, se le llama sinapsis.
Cuanto mayor sea el numero de CONEXIONES NEURONALES, mayor capacidad tendrá el cerebro.
¿Qué relación tienen las conexiones neuronales y la actividad acuática?
- El aprendizaje en el medio acuático se basa en la estimulación del sistema nervioso y la respuesta activa del niño, por eso el agua con sus cualidades especiales, puede dotar al niño de unas posibilidades de activación sensorial que no se pueden encontrar en ningún otro sitio.
- La práctica del medio acuático dota de nuevas posibilidades motrices al niño permitiéndole tener nuevas experiencias que le ayudarán a crecer (que el medio terrestre no le ofrece). Eso sí, reconociendo que no se van a adelantar ni la maduración ni el crecimiento, pero si no existe, sí que va a perder la oportunidad de desarrollar unas habilidades motrices acuáticas.
- El ser humano es terrestre, su vida ocurre en el espacio terrestre y su motricidad se va conformando según las experiencias. Por lo tanto, la motricidad acuática depende de las oportunidades de práctica que, si no las hay, no existirá esa motricidad.